Cucarachas, hormigas y Mariposas.

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(C) 2017 Felix Vincit Productions

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Felix Vincit
Escritor y blogger

Deja su ciudad natal, Barcelona, a principios de agosto de 2017, anticipándose  al caos político y territorial que se vive en España por las reclamaciones de un territorio llamado Cataluña.

Se dirige al Nuevo Mundo, empezando por Hispaniola, con la idea de ir a República Dominicana y Haití.

Se va para ver mundo, alejarse de su entorno y recordar sus más de 20 años de servicio en una de las entidades  financieras más importantes del país, en su sede central y operativa, en la Avenida Diagonal de Barcelona, para escribir la saga de Cucarachas en la diagonal.

En la saga de Cucarachas en la diagonal, compuesta de 5 tomos, explica las aventuras de Alexander MacLeod, un ingeniero español nacido en Barcelona, con gran capacidad creativa, que utiliza su talento, para ahorrar costes y mejorar la eficiencia del sistema informático de una caja de ahorros, que en unos cuantos años se transformara en un gran banco.

Alex es forzado a asumir responsabilidades a una edad temprana, sin contraprestación ninguna, durante un periodo que en principio debía durar meses, y a la postre dura años. 

Por lealtad a su empresa, decide dedicarse en cuerpo y alma, sacrificando estudios universitarios, pareja, familia y amigos, y mejorar las ineficiencias del Centro de Proceso de Datos de la entidad financiera, trabajo que es silenciado por sus superiores, carentes de talento, para promocionarse ellos mismos.

Tras la muerte del hermano de Alex, acaecida el 11 de septiembre de 1999, a la edad de 21 años, el mismo día de la "Diada", Día Nacional de Cataluña, se suceden los acontecimientos, que le empujan a plantearse su salida de la entidad financiera, con el objetivo de lograr un cambio radical de vida, pese a la oposición de familia, amigos y todo su entorno, por las ventajosas condiciones de su trabajo y la aparente seguridad del mismo,

En 2002, después de nombramientos absurdos del equipo de gestión del departamento informático donde presta sus servicios, Alex, consigue con mucho esfuerzo y recurriendo a las altas instancias, el traslado a un Área de Negocio.

En dicha Área de Negocio, trabaja funcionalmente para Presidencia, Dirección General, Direcciones Territoriales, Delegaciones Generales, y Servicios Centrales, confeccionando aplicaciones informáticas, para generar informes para dichos directivos, entrando en la realidad pura y dura del negocio bancario en sus altas esferas.

Alex debe diseñar herramientas informáticas, para analizar la segmentación de clientes y ayudar a aplicar políticas agresivas de utilidad para los ámbitos de poder y decisión de la entidad financiera, aplicaciones  para perdonar comisiones a los clientes ricos y cobrar más comisiones a los pobres.

Su trabajo va minando la moral de Alex y por ende, su salud.

Alex, anticipa su crisis personal a la crisis que precipitó la desaparición de las Cajas de Ahorro, con sus Fundaciones asociadas, por su gestión nefasta, intoxicadas por políticos corruptos y sindicatos demasiado exigentes, que formaban parte de sus órganos de decisión.

La Cajas de Ahorro desaparecen, perdiendo su espíritu fundacional y se convierten en Bancos, con procesos de fusión salvajes que en muchos casos precisan de rescates bancarios con fondos europeos, pese a presumir los políticos y los banqueros de un sistema financiero sólido y con absolutas garantías. 

Alex decide iniciar aventuras empresariales, con soluciones tecnológicas punteras, basadas en identificación de Personas, para varios sectores, el financiero y otros, que fracasan por un lado por su inexperiencia comercial, de gestión y la oposición frontal de todo su entorno: familia, amigos, proveedores, y su propio Banco.

España no es país que promocione el talento individual, ni es país de innovadores o inventores, al estilo americano. Las grandes Corporaciones ahogan la creatividad personal.

Alex decide crear una patente para la protección de menores y colectivos vulnerables ante el Juego, para promover el Juego Responsable.

En el mundo exterior al Banco, Alex se da cuenta de la hipocresía de los políticos que dicen que quieren proteger a los menores, de la falta de escrúpulos del Sector del Juego, de la falta de medios y la resignación de los colectivos vulnerables ante el Juego (ex-ludópatas).

Decide marchar del Banco e invierte lo que tiene en defender su patente, con el ánimo de crear puestos de trabajo directos e indirectos, generar beneficios y destinar una parte importante de los mismos a ayudar a Fundaciones e incluso se plantea crear una propia.

Alex fracasa estrepitosamente, pero todavía tiene la esperanza de alcanzar sus sueños.